DISTROFIA HIPERTROFICA
Paciente sexo femenino de 33 años de edad con diagnóstico de Diabetes
tipo 1 de 9 años de evolución, que asiste al consultorio de
diabetología, luego de 2 años y 8 meses de su último control. Su
tratamiento actual consiste en insulina NPH 64 UI/día, más insulina
corriente según valores de glucemias pre-prandiales. La paciente a lo
largo de la evolución de su enfermedad, siempre recibió la misma
combinación de insulinas.
Presenta microalbuminuria como única complicación crónica de su
diabetes (valor hallado: 40 mg/g de creat). No presentando otros
antecedentes personales patológicos de relevancia.
Examen físico
P: 63.5Kg T: 1.69m IMC: 22.2 Cint: 66 cm
Se observan y se palpan dos masas subcutáneas de consistencia firme
localizadas en la parte inferior del abdomen y pequeñas zonas con cambio
de coloración correspondientes a hematomas evolucionados.
Al ser interrogada, la paciente refiere que estos son los únicos
sitios de colocación de insulina que usa, ya que no realiza rotación
periódica de los mismos.
Diagnóstico
- Distrofia hipertrofica inducida por insulina
Comentario
Se trata de una paciente con poca adherencia al tratamiento. Recibió
educación diabetológica en su primer consulta en 2007, donde se la
instruyó en la técnica de colocación de insulina, sitios de aplicación e
importancia de la rotación de los mismos.
La Distrofia hipertrofica o lipohipertrofia inducida por insulina se
observa como una zona sobreelevada en el tejido celular subcutáneo, que
aparece como consecuencia de las inyecciones reiteradas de insulina en
el sitio afectado. Se presenta con diferentes formas y tamaños. Aunque
su fisiopatogenia no se conoce con exactitud, existen factores
predisponentes, como la propia insulina, los microtraumatismos
recurrentes y errores en la técnica de aplicación de la misma. Para
disminuir al máximo el riesgo, es necesario educar al paciente y a su
familia sobre la adecuada rotación de los sitios de aplicación, como así
también sobre el recambio periódico de las agujas.
Para una correcta detección, se debe realizar un reconocimiento
visual y otro táctil con el paciente de pie, sin ropa que cubra las
zonas de punción y procurando que la habitación y las manos del
profesional no estén frías. Observar los sitios de punción, pequeñas
zonas de equimosis en el tejido subcutáneo, hipertrofia o pérdida de
vello. Palpar irregularidades en la piel, correspondientes a pequeñas
hipertrofias no reconocidas visualmente. A menudo se presentan en forma
asimétrica, debido a que la mano dominante se utiliza para aplicar la
inulina en el lado opuesto del cuerpo.
Las lipohipertrofias suponen varios problemas, en primera instancia,
la insulina inyectada en los nódulos hipertróficos tiene una absorción
errática, lo que tiene como consecuencia un deterioro del control
glucémico y, con frecuencia, un incremento de las necesidades diarias de
insulina. En segunda instancia, son antiestéticas y deforman el
contorno del área afectada respecto a la zona vecina, aunque una vez
formadas el paciente prefiere inyectarse en ellas porque es menos
doloroso.
La formación de las lipohipertrofias es muy lenta; en general, se
necesitan años antes de que aparezcan. De la misma manera, en lo
relativo al tratamiento, una vez formadas su desaparición también es
paulatina, por lo que se debería evitar inyectar insulina en la zona
afectada durante largos periodos, incluso años, dependiendo del tamaño y
la amplitud de la zona hipertrófica. En algunos casos de
lipohipertrofia grave podría recurrirse a técnicas quirúrgicas como la
liposucción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario